Mucha gente no se atreve con el sexo anal. La mayoría de veces se debe a un desconocimiento o falta de información que acaba siendo el motivo de alguna mala experiencia primeriza o, directamente, del desistimiento de intentarlo siquiera. Pero el sexo anal puede ser una práctica realmente placentera y gozosa si descubrimos cómo hacerlo.

Según varios sexólogos, las “caricias anales” son imprescindibles para iniciarse con suavidad en el sexo anal. Es la antesala por la que uno empieza a vislumbrar si el tema le gusta o no. Con ternura y suavidad, tú misma o tu pareja puede pasar el dedo por el ano, humedecerlo (mojándose los dedos o quizá con un beso negro) y estimular durante un rato. Incluso puede llegar a introducir levemente la punta del dedo para ir aclimatándote a la sensación de la penetración anal. Es importante estar relajada y disfrutar del momento, notar cómo la libido inunda todas las terminaciones de tu cuerpo y sentir la complicidad en pareja. Recuerda que el ano está plagado de terminaciones nerviosas y es una de las zonas erógenas más morbosas (quizá también por ese componente tabú que encierra para mucha gente el sexo anal) por lo que estimularlo, solo con las caricias anales, ya podría ser suficiente para experimentar una sensación orgásmica y de placer increíbles. Y si a eso lo acompañas con un frotamiento de clítoris, te garantizo que vas a llegar al clímax rápidamente.

Cuando llega el momento de la penetración anal, lo mejor es usar un lubricante, para evitar rozaduras incómodas. Hay muchos y buenos lubricantes naturales que harán que aquello entre como la seda y que están indicados para su uso con preservativo. Siempre que se haga con delicadeza y “amor”, no tiene por qué doler, sino todo lo contrario: ser un estímulo que, con un dedito en tu rajita, te ayude a alcanzar un buen orgasmo.

En ese sentido debéis buscar la postura sexual que os resulte más cómoda para la pentración y la estimulación del clítoris al mismo tiempo: las más habituales son la del perrito, de costado, pero incluso la del misionero serviría. Recuerda que la comodidad es lo importante.

El hecho de que la polla interfiera en las contracciones del esfínter durante el orgasmo femenino favorece que éstas sean más intensas y sean percibidas como placenteras. Hay opiniones divididas sobre si realmente existe el orgasmo anal como tal o solo es pura sensación de placer sin que se produzca el orgasmo entendido como tal. Habrá que probar para sacar conclusiones en primera persona, ¿no?

PD: todo lo dicho anteriormente vale igual para hombres y mujeres. Como sabéis para llegar al punto G masculino hay que pasar por el ano, por lo que puede resultar muy placentero practicarlo y ello no significa que seas menos hombre o menos hetero. Significa que te gusta el sexo y el placer. Además, que tu chica te ayude a practicarlo puede ser lo más morboso de este mundo.

Por último, recuerda que la higiene es básica, como en todas las relaciones sexuales.

Vamos ahora con un ejemplo muy gráfica con esta rubia y sus fotos de buen sexo anal amateur. Fijaos bien cómo ella misma se estimula analmente al principio, al tiempo que también se da candela en el clítoris, antes de iniciar el juego sexual. Por supuesto hay una mamada por medio (otra manera de lubricar naturalmente y que puede servir si ella está bien excitada y lubricada. A juzgar por las fotos caseras, la rubia lo está). Para las experimentadas, los consoladores o dildos anales son un arma imprescindible de placer y de preparación para la penetración. La rubia también lo sabe bien. Bueno, basta de cháchara. Lo mejor será ver un ejemplo gráfico con las expediciones anales de la chica.

Ejemplo gráfico de sexo anal con rubia amateur

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