Uno de los complejos más habituales entre los hombres es el tamaño de la polla. Algunos deciden poner cartas en el asunto y se agencian un alargador de penes. Otros, en cambio, prefieren no hacer caso del tema y vivir sin complejos. Ambas opciones son válidas por igual. A no ser que tu mujer se declare manifiestamente insatisfecha, como ha ocurrido en Taiwán, y decida divorciarse porque no está contenta con la longitud ni el grosor de tu rabo. Ahí sí que tenemos un problema.

Pero la ex mujer no ha dejado zanjado el asunto con la separación. Para más oprobio, ha ido aireando en público el tamaño de apenas 5 cm del cacahuete del que fuera su marido. Y es que por mucho amor que haya, una pareja se destruye con una facilidad pasmosa cuando el sexo no es bueno.  Dudamos de que sea posible, pero la chica ha llegado a decir que no follaron ni una sola vez en todo el tiempo que duró el matrimonio –no sabemos de cuántos meses estamos hablando, pero intuimos que muy pocos-, y para más inri, quiere denunciarlo por ser “impotente e incapaz de cumplir con su responsabilidad como esposo”. Un poco puta, la tipa, sí que es, ¿no?

Intuyo sin miedo a equivocarme que la mujer taiwanesa se cambiaba por cualquiera de estas chicas amateur ya mismito. Es que claro, si quieres pollas grandes, más en que Taiwan habría que ir a buscarlas por África.

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