Bueno, no voy a mentir, cuando la conocí me parecía una chica normal, una mujer atractiva, sexy y quiza, una mujer con la que pasar buenos ratos e incluso pensar en algo serio.Luego, cuanto mas la conocía mas me gustaba y mas me gustaba estar con ella. Estar en su compañía, como cuando uno se enamora, se había convertido en lo mas necesario para mi persona después de respirar.

Estar junto a ella era lo mas parecido a ser feliz en mi vida, por lo que no tardamos en convertirnos en novios, y claro, el sexo era parte de nuestra relacion. Antes ya la había besado y tocado por debajo de la camiseta, soy algo pureta y nunca pase de ahí, pero ya que eramos novios y ambos teníamos ya bastante vida corrida, no se me ocurría por que no tener sexo completo. Nunca me imagine que aquello seria el fin de mi felicidad.

Fue después de una peli, una botella de vino tinto y de un par de cigarros, le quite la ropa despacio, descubriendo la carne que ella hasta ahora no me había enseñado. Mi erección fue rápida y extremadamente dolorosa, ya que ella no paraba de tocarme y tocarme, besarme y besarme, pero no me permitia que ya la tocara en su zona mas intima. Entonces me lo confeso…

… había tenido problemas de pequeña y no queria ni pensar en el sexo vaginal ni anal. Entonces le dije: ¿Que hacemos? Y ella, con una sonrisa, me dijo: Te la voy a comer como nunca nadie te la ha comido.

Y si, tenia razón, me chupaba la polla como nadie y asi fue durante los 3 meses que duro nuestra relación. Una relacion que se quebró por que yo, imbécil de mi, pureta de mierda, no aceptaba solo tener sexo oral y no copular. Un día, el ultimo día, lo llamo yo, casi llegue a obligarla y ella me abofeteó con unas lágrimas rozando sus ojos. Le pedí perdón, pero ella ya no me escuchaba.

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