Admirable. Sencillamente admirable el intento que esta pareja amateur ha puesto en rodar su video porno, dotándolo incluso de… ¡argumento! Sí, es igual de malo que en las producciones profesionales, pero tampoco vamos a exigirles nada. Ella hace de pija redomada, que acaba por destaparse como una guarra. Él interpreta al macho dominante en plan “aquí te pillo, aquí te follo”. Seguramente el video responde a una fantasía en la que ambos juegan a ser quienes no son en realidad. Ni ella es una pija (no creo que una chica de papá llevará un pendiente en el clítoris como el que lleva esta rubia) ni el debe ser tan bravucón como hace ver. Pero para eso están los videos porno caseros de este tipo: para poder verte y recrearte con situaciones que te gustaría vivir en la realidad. Por un momento te sientes un o una pornostar realizando tus inquietudes sexuales o los papeles que más morbo te dan.

Además, el mito de la pija guarra es algo con lo que buena parte de la gente ha soñado. Supongo que es porque acerca conceptos tradicionalmente alejados: se supone que las pijas son niñas buenas incapaces de hacer guarradas en la cama. Por eso nos excitan tanto los videos porno bajo las etiquetas “una pija muy puta” y cosas así. Nos pone a mil pensar que una tía que ha recibido la más estricta educación y que en sociedad se comporta con unos modales impecables sea, al fin y al cabo, tan zorra como la que más en la cama.

Pero, la verdad, el mito de las pijas buenas se fue a la mierda desde que Paris Hilton anda por ahí grabando sus sex tapes. Sea como fuere, reitero que el intento de esta pareja amateur por hacernos pasar un buen rato es digno de aplauso. En cuanto veáis a la pija follar por el culo y recibir un lechazo en sus tetas y boca, entenderéis a qué me refiero.

Ella es la pija, él es el macho y este es su video porno casero

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